Inhabilitación por seis meses a quien incurra en violencia obstétrica, propone Víctor Osmind Guerrero Trejo

Sancionar con apercibimiento y multa de 100 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), a todo el personal médico que incurra en violencia obstétrica, como lo son tratos indignos, deshumanizados o que realice procedimientos médicos sin el consentimiento del paciente o autorización de la persona encargada de este, propone el diputado local de Morena Víctor Osmind Guerrero Trejo en su iniciativa que adiciona y reforma diversas disposiciones de la Ley de Salud para el Estado de Hidalgo.

Asimismo, la propuesta contempla la inhabilitación hasta por seis meses en caso de que el personal médico incida en prácticas de violencia obstétrica, la cual es una forma de violencia de género, ya que implica la vulneración de los derechos fundamentales de las mujeres, mediante gritos, ofensas, amenazas, omisiones y castigos, así como procedimientos autoritarios para imponer un método anticonceptivo o para realizar una cesárea, a los cuales se ha llamado “atención no autorizada”.

Guerrero Trejo, en su exposición de motivos, indicó que la violencia obstétrica a pesar de ser un fenómeno común, no es natural ni tiene porqué existir, pero existe, al señalar que los datos muestran que lejos de ser un fenómeno aislado, se encuentra extendida y naturalizada por médicos/as y pacientes y es practicada de forma sistemática por parte de los profesionales de la salud.

Dijo que la violencia obstétrica puede ser interpretada a su vez como violencia física, psicológica, sexual, económica y simbólica. Por ejemplo, citó algunas frases que forman parte del lenguaje de la violencia obstétrica que en México el 25% de las mujeres embarazadas, en parto o puerperio padecen en las instituciones de salud: “Cállate y puja”; “¿Así gritaba cuando se lo hicieron?” o “cuándo se lo hicieron, ahí sí abrió las piernas, ¿no?”

Añadió que algunos ejemplos de los diferentes tipos de violencia que implica la violencia obstétrica, como puede ser violencia física se practican con justificaciones médicas, pero son muy dolorosas: la dilatación manual del cuello del útero, el desprendimiento de membranas, o la maniobra de Kristeller . Otras provocan un aumento del dolor, como el uso de estimulantes uterinos, y otras dejan cicatrices que se podrían haber evitado, como la episiotomía o cesárea.

Mencionó que la violencia sexual, ésta se hace visible con la falta de respeto al pudor y la desnudez, que produce en las pacientes una pérdida del control sobre su propio cuerpo. Finalmente, la violencia psicológica y simbólica daña a las mujeres de diferentes maneras, en general provocando culpa, desvalorización, insultos, humillaciones, amenazas, provocando miedo o haciendo interrogatorios.

Dijo que la Consulta Pública de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH), en cuanto a la violencia obstétrica en nuestro país, arrojó los siguientes resultados: El 11.2% sufrió gritos y regaños durante el parto. El 10.3 % dijo que el personal se tardó “mucho en atenderla porque decían que gritaba o se quejaba mucho”. El 9.9% fue ignorada cuando preguntaba sobre el parto o su bebé. El 9.2% fue obligada a permanecer en una posición incómoda o molesta. El 7% sufrió ofensas y humillaciones del personal.

Además, mencionó que casi el 5% de las mujeres señaló que el personal se negó a anestesiarla o ampliar el bloqueo para disminuir el dolor, sin dar explicaciones. Y al 3.2%, tras el parto, le impidieron ver, cargar o amamantar a su bebé, durante más de cinco horas y sin causa alguna o sin que les informaran qué causó la tardanza.

En cuanto a atención no autorizada, comentó que 9.2% fue presionada para que le pusieran un dispositivo o la operaran para ya no tener hijos. Al 4.2% se les realizó alguno de estos procedimientos, sin avisarles o sin su consentimiento. El 1.7% reportó haber sido obligada a firmar un papel sin conocer de qué se trataba. Y al 10.6% de las mujeres que tuvieron cesárea, no se les informó con claridad que era necesaria y del 9.6% no otorgó su autorización.

Destacó que como representantes de la ciudadanía “es nuestra obligación crear leyes que ayuden a las mujeres en contra de cualquier tipo de violencia y no está por demás defenderlas y otorgarles las herramientas para que esto suceda en un acontecimiento natural como es el dar vida”.

Asimismo, el legislador morenista sometió a consideración del Pleno del Congreso estatal una iniciativa por la cual se declara el primer fin de semana del mes de agosto de cada año para celebrar el festival del vino de granada, en el municipio Tasquillo, “Tierra de la nuez y la granada”, con el propósito de que no se queden con rezago y desperdicio de este fruto y ser el Estado caracterizado y conocido como el primer productor y transformador de la granada, a fin de fomentar el turismo, en beneficio también de los municipios aledaños.